Saturday, June 18, 2016

Met Siluan (Muci): Why Antioch did not Sign the Decision to Convoke the Council

This is from a series of videos Metropolitan Siluan (Muci) of Buenos Aires has done for the Patriarchate of Antioch's Facebook page in Arabic and Spanish, explaining Antioch's position with regard to the council on Crete. The Spanish original can be seen here. A transcript (which I made, so unofficial) is below the jump.


In order for the council to exist, it is necessary first of all to convoke the council, to have an order of the day, an agenda for the council. Who is able to do this?  The meeting of the primates of the Orthodox churches. A meeting was held in Geneva in January 2016, when the primates of all the Orthodox churches met to see if it is possible to convoke the council. The text of that meeting's decision was not signed by the Patriarchate of Antioch because we had two fundamental issues to which we objected, with reason.

The first issue is that the council's internal rules needed an essential clarification. We would like, as a patriarchate, to ensure that the guiding theme of the council, the unity of the Orthodox churches, the manifestation of this unity, be made concrete within the text of the council's rules, in three aspects: First of all, in the convocation of all the churches, in the participation of all the churches, and in the unanimity of the decisions that are taken-- that were going to be taken-- by the council on the part of the fourteen Orthodox churches. No one should be absent from these three moments: from the convocation, from participation, and from taking decisions unanimously. This is what we would like to be inscribed within the rules. It was not done in this way.

The other objection that we had was within the text of the decision. It is that in the agenda there is one topic out of the six listed that does not present the required unanimity of all the churches. One of the documents did not have the signature of two of the fourteen churches. Moreover, the text of the decision of he primates talks about the diaspora with an assessment that was very brief, for which we would like to do a more precise, timelier job on the issue of the diaspora. Therefore, the representatives of our patriarchate at that meeting were unable to sign the text of the decision.

This decision is very fundamental. In a technical and legal sense, it is the decision that allows the council to be convoked, that allows one to know what is agenda to be treated and, finally, how the council's proceedings will be organized during the days in which it will take place.

In the text of the decision taken by the Holy Synod of Antioch on June 6, there were other issues that we would like to be a a part of the council's agenda, such as for example the topic of unifying the date of Pascha, the topic of the ecclesiastical calendar of the Orthodox Church. This topic, unfortunately, is not part of the council's agenda. Another important topic, which had been discussed in the preparatory stage but was not realized, is to evaluate the topic of dialogues between Christians, between the Christian churches-- the Orthodox Church, the Roman Catholic Church, the Protestant churches-- in order to determine what state these dialogues are in. Such an assessment would to some degree allow an approach to relations with other Christians in the document included on the council's agenda.

The Church of Antioch had as a paramount objective that unanimity be explicit, be clear. Why this insistence by the Orthodox Church on the issue of the convocation, participation, and unanimity in the decisions? Because there is a golden rule that, from the beginning of the work on the idea of the council, for more than fifty years, has been respected. That is to say, we want to manifest the unity of the Orthodox, the unity of all the Orthodox churches in certain aspects of our life. In faith, we are one, but we needed to bear witness to unity of other aspects of what we are living today. It is in order to preserve this criterion that was followed from the beginning that the Church of Antioch wanted, on the one hand, to insist on the theme of unanimity in those three points-- the convocation, participation, and making decisions-- and, on the other hand, to be able to include in the council's agenda topics that are important for us in our pastoral practice. For us, this is of paramount importance.

These are essentially the reasons the Holy Synod wanted to transmit to the other churches and which prevented signing the decision taken by the primates of the Orthodox primates in Geneva this past January.



Para que el concilio pueda existir, hace falta en primer lugar convocar un concilio tener un orden del día, una agenda del concilio. ¿Quién es lo pueden hacer? Es la reunión de los primados de las iglesias ortodoxas. Una reunión tuvo lugar en Ginebra, en enero de 2016, donde los primados de todas las iglesias ortodoxas se reunieron para ver si es posible convocar al concilio. El texto de la decisión de dicha reunión no fue firmado por el Patriarcado de Antioquia porque nosotros tuvimos dos cuestiones fundamentales que objetábamos, con razón.

El primer asunto es que el reglamento interno del concilio necesitaba una aclaración esencial. Quisiéramos, como patriarcado, asegurar que el lema del concilio, la unión de las iglesias ortodoxas, la manifestación de esta unión, sea concreta dentro del texto del reglamento del concilio, y eso en tres aspectos: En primer lugar, en la convocatoria a todas las iglesias, en la participación de todas las iglesias, y en la unanimidad en las decisiones tomadas-- que se iban a tomar-- por el concilio por parte de las catorce iglesias ortodoxas. Nadie debe faltar de esos tres momentos: de la convocatoria, de la participación, y de la toma de decisión en forma unánime. Eso quisiéramos que esté inscrito dentro del reglamento. No fue hecho así.

La otra objeción que tuvimos fue dentro del texto de la decisión. Es que en la agenda hay un tema dentro de los seis que figuraban que no presenta la unanimidad requerida por todas las iglesias. Uno de los documentos no tenía la firma de dos iglesias de las catorce. Además, el texto de la decisión de los primados habla de la diáspora con una evaluación que fue muy breve, a cuál nosotros quisiéramos hacer un trabajo más preciso, más puntual sobre el tema de la diáspora. Por eso, los representantes de nuestro patriarcado en dicha reunión no pudieron firmar el texto de la decisión.

Esa decisión es muy fundamental. En lo técnico, en lo legal, es la decisión que permite convocar al concilio, que permite saber cuál es el orden del día a tratarse, y, en fin, como se va a organizar el procedimiento del concilio durante los días que tendrá lugar.

En el texto de la decisión tomada por el Sínodo de Antioquia el 6 de junio, figuran otros asuntos que nosotros quisiéramos que formaran parte de la agenda del sínodo, como, por ejemplo, el tema de la unificación de la fiesta de la Pascua, el tema del calendario eclesiástico en la Iglesia Ortodoxa. Ese tema, lamentablemente, no figura dentro de la agenda del concilio. Otro tema que es de importancia, lo cual se había hablado en la etapa preparativa pero que no fue realizado es evaluar el tema de los dialogos entre los cristianos, entre las iglesias cristianas-- la Iglesia Ortodoxa, la Iglesia Católica Romana, las iglesias evangélicas-- para poder determinar en qué estado están estos diálogos. Esa evaluación permitiría de cierta manera abordar la relación con los demás cristianos en el documento que figura dentro del orden del día del sínodo.

La Iglesia de Antioquia tenía como objetivo primordial que la unanimidad sea expresa, sea clara. ¿Por qué esta insistencia de la Iglesia Ortodoxa sobre el tema de la convocatoria, la participación, y la unanimidad en las decisiones? Porque hay una regla de oro que desde del inicio del trabajo sobre la idea del concilio desde más de cincuenta años, que fue respectada. Es decir, queremos nosotros manifestar la unidad de todos los ortodoxos, la unidad de todas las iglesias ortodoxas en ciertos aspectos de nuestra vida. En la fe, somos uno, pero necesitábamos dar un testimonio de unidad en otros aspectos que vivimos el día de hoy. Es para preservar ese criterio que fue tomado desde el inicio que fue la Iglesia de Antioquia quiso por un lado insistir sobre el tema de la unanimidad en esos tres momentos-- de la convocatoria, de la participación, y toma de decisiones-- y por otro lado poder introducir dentro del temario del sínodo temas que son importantes para nosotros en nuestra pastoral. Ese para nosotros tiene una importancia primordial.

Esos son más o menos las razones por las cuales el Santo Sínodo quiso transmitir a las demás iglesias y que impidieron firmar la decisión tomada por los primados de las iglesias ortodoxas en Ginebra enero pasado.

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